jueves, 19 de octubre de 2017

María José Gutiérrez Sánchez




UN DÍA CUALQUIERA

Un día cualquiera
el pan no está sobre la mesa,
no está el padre sentado,
ni se le espera.
No quedan libros, ni estantes,
se vendieron para apaciguar
la voz anarquista del hambre.        

Un día cualquiera
lucha insomne la madre,
remienda los fracasos
y afila concienzuda los lápices.
No quedan libros en la casa,
por eso ella, con esmero,
a escondidas los redacta.

Un día cualquiera
en mi particular patria,
amanece aun de noche y
duelen las manos de usarlas.
En las ventanas las banderas
¿jugará la selección
o jugará el Madrid-Barca?

Un día cualquiera,
la tierra será mía
en lugar de ser yo su esclava;
ni en campo santo tengo vara.
No voy a perder más hijos
por defender la casa de otros
que tienen la sal sobre la mesa
y fila primera en la playa.

Un día cualquiera,
te pondrás bajo mi cielo,
olvidadizo de lluvia,
y entenderás mis palabras.




No hay comentarios:

Publicar un comentario