viernes, 25 de agosto de 2017

Pedro Javier Martín Pedrós.








¿Bailas?, mi amor.
Fui al mercado temprano,
abastecí la despensa,
ya tengo todo recogidito y ordenado.

Le he pasado un agua a la casa,
me he duchado
y me puse guapo sólo para ti.

Luego, en el jardín entre las sombras
de las acacias encontré
una nota que decía:

Todo lo que se puede tocar,
acariciar,
es real, y pensé

que las miradas de los ciegos adquieren
más belleza en los cines
de verano, cuando los adolescentes
hacen manitas en
bosques perdidos, llenos
de silencios.

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