martes, 22 de agosto de 2017

José Lobo





En una plaza junto a indigentes
de una ciudad sin nombre,
nos encontramos una noche.
Me recordaba tanto a mí mismo
que sentí escalofríos.
Era un mes de noviembre
pero no como otro cualquiera
pues aquel solitario lobo
en esa madrugada de otoño
en la tierra halló su estrella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario